O PSICÓLOGO FALA

Protocolo ante el acoso escolar

Existe un protocolo de actuación que comprende cuatro fases claramente diferenciadas.

Cualquiera manifestación de acoso puede observarse directamente, pero no siempre es fácil su detección, sobre todo, cuando el acoso es sutil o está encubierto entre conductas sociales que, en muchas ocasiones, están admitidas socialmente como acciones comunes, por lo que hemos de estar alerta ante aquellos indicadores que pueden estar comunicando una conducta de estas características:

1) incremento del estado de ansiedad individual, 2) tendencia a la tristeza y al aislamiento, 3) nerviosismo repentino, 4) dificultades de comunicación, que no son coincidentes con el carácter del estudiante, 5) cambios bruscos de rutinas familiares, 6) labilidad emocional y cambios de humor excesivos sin un motivo aparente, 7) presencia de dolores estomacales, vómitos, dolores de cabeza, falta de apetito, etc., 8) inseguridad y desconfianza en si mismo/a, 9) actuaciones agresivas en la familia o en el centro, que no son propias del tipo de estudiante, 10) incremento de una actitud negativa ante las tareas académicas y/o disminución considerable del rendimiento escolar, 11) desinterés ante actividades que antes le gustaban (deporte, cine, música), o 12) negativa a hablar o comunicar sus vivencias actuales. Por esta razón, la información inicial o conocimiento de una situación de acoso puede proceder de distintos contextos: 1) a través del alumnado propiamente, 2) a través de la comunicación de la familia del estudiante, 3) por medio del profesorado del centro, 4) del personal de la administración y servicios del centro, y 5) de otras personas ajenas al centro, quienes pueden comunicar sobre una situación de violencia observada.

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN
A partir de esta comunicación inicial, es necesario poner en marcha de inmediato un protocolo de actuación, que comprende 4 fases claramente diferenciadas, cada una las cuales está sistematizada en base a protocolos específicos estandarizados, los cuales pueden observarse y descargarse en el enlace: http://www.edu.xunta.es/portal/node/9678:

FASE: 1) medidas urgentes de protección a la presunta víctima: vigilancia específica y supervisión de los lugares en los que pueda haberse producido el acoso; y medidas cautelares de la presunta persona agresora, 2) designación de una personas responsable de la atención y apoyo a la presunta víctima, 3) primera comunicación a las familias del alumnado implicado, 4) nombramiento de una persona responsable para la tramitación del protocolo, que será recogido mediante acta, 5) comunicación al departamento del orientación del centro, y 5) comunicación, en su caso, a otras instancias externas al centro: sociales, sanitarias y/o judiciales. 

FASE: 2) recogida de información: datos identificativos de la situación y relato de los hechos, 2) entrevista individual a la víctima y al responsable del acoso, 3) entrevista individual a las personas observadoras sobre los hechos, 4) entrevista a la familia de la víctima y la persona acosadora, 5) solicitud de apoyo técnico del departamento de orientación y/o de otros profesionales externos al centro especializados en el tema.

FASE: 3) análisis de la información recogida y posterior comunicación al profesorado tutor y/o al servicio de inspección correspondiente, 2) adopción de las medidas oportunas, tanto de protección a la víctima, como de reeducación y/o de corrección para la persona agresora, 3) elevación de las medidas consideradas al grupo clase y/o al alumnado que participa en el contexto de la situación relatada, y 4) implementación de programas grupales de sensibilización entre iguales, tales como programas de desarrollo de habilidades sociales, de comunicación y empatía social, de resolución de conflictos de forma pacífica y/o fortalecimiento del trabajo cooperativo y de una educación en y para la paz.

FASE 4: seguimiento de las medidas adoptadas y registro sistemático de su evolución.
Pero, de forma simultánea a esta actuación específica de acuerdo con la situación detectada, es preciso diseñar aquellas otras medidas que impliquen un proceso de prevención  de futuras conductas de acoso escolar, las cuales han de ser efectivas en los distintos niveles de actuación. En primer lugar, a nivel de aula, que han de incluirse en el plan de acción tutorial: 1) elaboración de las normas de convivencia de la clase, incluyendo de forma clara y explícita las normas contra todo tipo de acoso entre los compañeros/as, 2) sensibilización sobre las consecuencias del acoso a nivel personal y social, 3) aplicación de programas basados en el establecimiento de relaciones, el fomento de la amistad y el desarrollo de las relaciones afectivo- emocionales. En segundo lugar, a nivel del centro, es preciso promover la participación colegiada y activa en la reelaboración y adecuación del concepto de acoso escolar, así como la acción o protocolo de actuación en los documentos del centro, destacando la educación en valores, la igualdad, el diálogo, el consenso y la toma de decisiones. 
En este proceso es fundamental la participación de todos los factores que conforman la estructura del sistema educativo: estudiantes, familias y docentes.

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